Antes:
Después:

Desde que Nico empezó a escribir, me di cuenta que su caligrafía era “complicada”, pero no fue hasta que empezó a traer deberes a casa que, fui consciente de que tenía un problema. Él siempre tenía la misma respuesta:” yo sé que pone” y por mucho que yo le decía que no bastaba con que él entendiera su letra, que los que leíamos debíamos entenderla también y que los profesores no podrían evaluar sus trabajos si no eran capaces de entenderlo, él no lo veía así y no se esforzaba en realizar sus escritos de forma más cuidada.

A medida que pasaba el tiempo la caligrafía de Nicolás empeoraba. Un día, ya en 1º de la ESO, me dispuse a ayudarlo con una asignatura, y por más que le preguntaba “Nico, que pone aquí?”, no sabía responderme. Había llegado el momento en que ni siquiera él, sabía que había escrito. Hablé con la tutora y le expuse mi preocupación sobre este tema y ella me habló de Mónica, así que me puse en contacto con ella y en julio del 2017 Nicolás empezó su tratamiento.

No diremos que ha sido fácil, ya que, aparte de ir una vez a la semana al Centro Neival, todos los días debía de trabajar un poquito. Aunque, tan solo se trataba de 15-30 minutos al día, hay que tener en cuenta que Nico tiene 13-14 años y a veces teníamos que estar recordándole que tenía que hacer el trabajo que Mónica le había puesto, pero siempre, siempre lo hacía.

El resultado de este trabajo diario, fue que en septiembre del 2018, poco más de un año de comenzar el tratamiento, a Nico le dieron el alta. Su caligrafía era totalmente diferente y su velocidad escritora era exactamente la misma que antes de empezarlo. Es decir, había conseguido escribir de forma rápida, tal y como se exige en 3ª de la ESO, y sus trabajos eran perfectamente legibles y con una muy buena presentación. De hecho ha conseguido sacar notables en dosieres en los que antes o suspendía o sacaba suficientes.

Con esfuerzo y perseverancia por parte de Nico y un sobresaliente trabajo de Mónica, hemos conseguido mejorar extraordinariamente los trabajos, los apuntes, los dosieres y los resultados académicos, sin olvidar la parte emocional que hace que Nicolás no se avergüence de sus trabajos y ofrezca sus apuntes a sus amigos para que puedan copiar cuando lo necesitan.

Muchísimas gracias Mónica y Nicolás por el trabajo en equipo realizado y sus resultados.